En el sistema de educación existen parámetros como las tareas o exámenes, mismos que siguen la mayoría de maestros. En este caso es diferente, puesto que un profesor le dijo no a la educación formal y contradijo las calificaciones cuantitativas, asegurando que no reflejaban de manera fiel el avance de los alumnos.
Yván Pozuelo, un profesor de francés, utilizaba técnicas diferentes. Él acostumbraba a colocarles la nota máxima a todos sus estudiantes, esto para no presionar el proceso educativo y darles confianza.
Su forma de trabajar no le pareció a las autoridades educativas de Asturias e iniciaron una investigación contra Pozuelo –para muchos insólita-, acusándolo de atentar contra el derecho de evaluación objetiva.
El proceso que para los investigadores es injusto, llevó a una sanción de suspensión por ocho meses. Por otro lado, en las redes sociales lo han vuelto viral y lo aplauden.
Pozuelo asegura que inició con esta técnica porque en sus inicios usaba las técnicas tradicionales y veía escasos resultados.
Profesor pasa a todos sus alumnos con 10 y por eso lo suspenden
“Hace años, durante un ejercicio (…) una alumna que no solía sacar grandes notas respondió perfectamente y le puse un 10. Se emocionó. Su compañera de pupitre, que era de dieces tradicionales, se emocionó aún más hasta abrazar a su amiga. Luego todos querían que les verificase si lo habían hecho igualmente muy bien y les pusiera el 10. Me pedían que les dejase volverlo a intentar y así hasta que lo hacían bien y les anotaba su 10”, relató el profesor.
“Así les vi esforzándose más. Ese día fue impactante para mí, lo recuerdo con los latidos del corazón a tope”, añadió Pozuelo.
El profesor llama a su técnica “La rebelión del 10” y la explica en su libro “¿Negreros o docentes?”. Él asegura que ve cómo sus alumnos progresan.
Aunque Pozuelo asegura que es una buena técnica y es aplaudido, fue sancionado por la Consejería de Educación del Principado de Asturia; él apeló, pero aun así recibió el castigo y actualmente no recibe sueldo.