Cada vez son más las personas alrededor del mundo que celebran Halloween, y como es habitual utilizan toda su creatividad para crear su disfraz. Sin embargo, ¿por qué la gente suele usar disfraz en esta fiesta? ¿De dónde surgió esta tradición?
El Halloween o Noche de Brujas es una festividad que pasó de ser una ceremonia pagana a una tradición popular, la cual primero se estableció en Estados Unidos y luego se extendió por todo el mundo.
El origen de los disfraces de Halloween
Cuando los celtas llegaron a Estados Unidos, trajeron con ellos la antigua celebración Samhain, la cual marcaba el fin del verano, y en la que creían se rompía por un instante el hilo que separa al mundo de los muertos con el de los vivos, y hacía posible que los difuntos y visitaran a los vivos.
Se pensaba que los espíritus malignos aprovechaban ese día para caminar entre los vivos y los muertos guardaban rencor, por lo que la gente solía disfrazarse para ahuyentar a estos seres malignos y también para confundir a los difuntos que buscaban gastar bromas o cobrar alguna deuda.
Fueron los inmigrantes irlandeses, quienes difundieron algunos ritos que ahora son tradición, como el labrar una calabaza y colocarle una vela dentro o el “dulce o truco”.
Pasó a llamarse “Halloween” debido a que la iglesia católica intervino y la nombró debido a una frase inglesa “All Hallows’ Eve”, lo que se traduciría como víspera de todos los santos.
El “Día de Todos los Santos” es en honor de los que “gozan de la vida eterna en la presencia de Dios” y que no se conoce su nombre. Algo contrario al Samhain.
¿Cómo eran los primeros disfraces?
Los primeros disfraces se realizaban pintando el rostro y usando cabezas y pieles de animales, así como objetos encontrados en los bosques: el objetivo era imitar a los demonios o seres espectrales.
Fuente: BBC