Residentes de la aldea Urbina en Cantel Quetzaltenango, se han mostrado preocupados por la construcción de un santuario dedicado al culto de la Santa Muerte, que además está cerca de la Granja de Rehabilitación de la zona.
Esta situación ha causado zozobra entre los pobladores pues está relacionado con grupos delictivos, quienes la usan como un símbolo para justificar la violencia.