Joey Lykins, un hombre de 35 años, perdió el arete de su piercing y su sorpresa llegó al descubrir cinco años después que este estaba en su pulmón.
El hombre tenía una fuerte tos y complicaciones para respirar, por lo que acudió al hospital, y tras varios exámenes descubrieron que dentro de uno de sus pulmones se encontraba un arete metálico.
Así fue como Joey recordó que en 2017 su piercing de nariz desapareció.
Al comentarle la situación al médico, este le practicó una broncoscopía para retirar el objeto. Por fortuna, este no le perforó el pulmón, ya que el cuerpo envolvió el arete en un tejido que se cicatrizó al paso del tiempo.
“No sé si podría haber causado daños. El piercing estaba envuelto en tejido cicatrizado, así que no parecía que fuera a ir a ninguna parte. Me alegro de que no me haya perforado el pulmón”, señaló Joey a medios.