Este miércoles 08 de junio se presentó ante los miembros del Congreso de Estados Unidos, Roy Guerrero, un pediatra de Uvalde, Texas, quien narró el horror que vivió tras el reciente tiroteo ocurrido en una escuela.
Guerrero explicó que ese 24 de mayo fue contactado de emergencia, por lo que corrió al Uvalde Memorial Hospital para atender a las víctimas del tirador Salvador Ramos. No sabía la gravedad del asunto hasta que llegó y a las afueras del edificio encontró a padres llorando y gritando los nombres de sus hijos.
“Nunca podré sacarme de la cabeza los llantos de esas madres”, señaló el pediatra al Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes.
La primera estudiante a la que vio en sala de emergencia fue Miah Cerrillo, de 11 años, quien se cubrió con la sangre de una compañera para esconderse del atacante. Sin embargo, Miah sí estaba herida por una herida de metralla en el hombro.
Debido a que Guerrero conocía a Miah, corrió hacia los padres para decirles que la menor estaba viva y siendo atendida.
Durante su discurso ante los legisladores, explicó que al regresar a la sala de emergencia observó a niños “pulverizados” y “decapitados” por las balas.
“Niños inocentes de todo el país hoy están muertos porque las leyes y las políticas permiten que las personas compren armas antes de que tengan la edad legal necesaria para poder comprar unas cervezas”, sostuvo Guerrero. Y agregó: “Están muertos porque se ha permitido que caduquen las restricciones”.