La paramédica canadiense Jayme Erickson fue llamada a socorrer a la víctima de un fatal accidente vehicular, esto sin saber que se trataba de su hija.
De acuerdo con la madre, el pasado 15 de noviembre fue llamada a atender un accidente ocurrido en el norte de Calgary. La paramédica se sentó con una joven que tenía heridas de gravedad al ser sacada del vehículo y la acompañó al hospital.
La joven estaba en tan mal estado que era irreconocible, así que la paramédica no supo que acompañó a su hija en sus últimos minutos de vida.
Hasta que culminó su turno y llegó a su casa, agentes de la Real Policía Montada de Canadá le informaron que Montana, su hija, había muerto.
Durante el martes, Erickson compartió con la prensa su historia y afirmó que Montana era una persona exitosa que lograba lo que se proponía.
“Era una luchadora y luchó hasta el día que murió, y era hermosa. Era tan hermosa. Si alguna vez se esforzaba en algo, lo lograba”, sostuvo la madre.
De acuerdo con Richard Reed, amigo y paramédico de vuelo explicó que Montana era pasajera de un vehículo que perdió el control y fue impactado con por un camión de frente.
Aunque el conductor del vehículo logró salir, la pasajera quedó atrapada.
“En el camino de regreso expresó su dolor y frustración a su compañero, sabiendo que después una familia probablemente perdería una hija, hermana y nieta. Poco tiempo después de llegar a casa, tocaron en la puerta. Era la RCMP”, comentó Reed.
Agregó: “Al entrar al cuarto, para su horror, se enteró de que la joven con quien se sentó en la parte trasera del vehículo para mantenerla viva para que la familia pudiera despedirse, y quien debido a la gravedad de sus lesiones era irreconocible, era la propia hija de Jayme”.
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