La salud del Papa Francisco aún es de cuidado, aunque fuentes del Vaticano han informado que se mantiene estable después de sufrir una crisis respiratoria.
El sumo pontífice continúa recibiendo oxígeno y anoche retomó la ventilación mecánica no invasiva.
Las autoridades vaticanas han subrayado que están tomando todas las precauciones necesarias para asegurar su bienestar.