El pasado lunes 16 de enero la decisión de un pandillero al utilizar a una vendedora como escudo humano para evitar las balas, sumió en luto a una familia de Quiché.
Ingrid Yoselyn Pú Cac, de 17 años, y su esposo Juan Agustín Lux, se encontraban vendiendo pollo frito en la 6ª avenida y 9ª calle de la colonia Landívar, zona 7 capitalina. La carreta fue un regalo de bodas.
Durante la noche, dos jóvenes llegaron a comer y minutos después, otro hombre se acercó a los primeros comensales a dispararles.
Los clientes eran Pablo Bernabé López, de 15 años, y Hamilton Edison Escun, de 20 años. Uno de ellos, decidió protegerse de las balas poniendo a la joven como un escudo.
Ingrid falleció en el lugar debido a la gravedad de sus heridas, mientras que los dos comensales resultaron heridos y necesitaron ser trasladados hacia la emergencia de un centro asistencial.
Las investigaciones sobre el caso aseguran que la joven no fue víctima del ataque por una extorsión, como indicaban las primeras versiones.
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