Varias especies de reptiles, anfibios, aves e incluso mamíferos marsupiales tienen fluorescencia, sin embargo, investigadores de la Universidad de Colorado, en Estados Unidos, descubrieron que la ardilla voladora también tiene esta capacidad. El descubrimiento se produjo de manera accidental, cuando tomaban muestras nocturnas de líquenes. Fue allí cuando notaron un espécimen de ardilla voladora que brillaba.
La capacidad fluorescente de la ardilla se confirmó al acudir a un museo y someterla a luz ultravioleta. Por curiosidad terminaron analizando al ornitorrinco (Ornithorhynchus anatinus), y descubrieron que este también tiene la capacidad de brillar.
Aunque a la luz natural estos animales tienen un color marrón uniforme, bajo la luz ultravioleta su pelaje se ilumina verde o cian.
Los resultados publicados en la revista Mammalia, muestran que el pelaje de los ornitorrincos absorbe los rayos UV (con longitudes de onda de 200 a 400 nanómetros) y vuelve a emitir luz visible (de 500 a 600 nanómetros), lo que lo hace fluorescente.
Investigadores creen que debido a que el ornitorrinco es más activo durante la noche, estos mamíferos y posiblemente otros, hayan desarrollado la biofluorescencia para adaptarse a condiciones de poca luz.
Aunque algo aún no queda claro a los investigadores, y esto es si los ornitorrincos pueden verse o interactuar entre sí en la oscuridad gracias a esta capacidad de fluorescencia.
Ahora los investigadores buscarán observar la biofluorescencia en animales salvajes y profundizar en esta adaptación.
Fuente: Mammalia