Se alertan redadas migratorias en lugares considerados protegidos, tales como escuelas, iglesias y hospitales. El Gobierno de Donald Trump ha autorizado estas medidas como parte de sus políticas migratorias, prometidas para intensificar las campañas de deportación de migrantes.
Según el Departamento de Seguridad Nacional, estos cambios buscan reforzar el cumplimiento de las leyes migratorias, a pesar de la preocupación y oposición por parte de diversas comunidades y organizaciones.