Agentes del Ejército de Guatemala y la Policía Nacional Civil se desplazan hacia Tacana, San Marcos, tras recibir información de inteligencia que sugiere la posible incursión de narcotraficantes mexicanos en la zona. Se cree que estos individuos están vinculados a los carteles de Jalisco Nueva Generación y Sinaloa, quienes se encuentran inmersos en una lucha de poder en la región.