Un momento inesperado ocurrió en el servicio de oración por la nación celebrado en la catedral episcopal de Washington, cuando la obispa que encabezaba el evento dirigió un mensaje directo al presidente. Ella pidió piedad y misericordia con las personas LGTQ+ e indocumentados. Sus palabras resonaron en el recinto que contaba con figuras como el vicepresidente J.D.Vance y su esposa.