Un juzgado de Tennessee en Estados Unidos, absolvió esta semana a Joyce Watkins, una mujer afrodescendiente, quien pasó 27 años en la cárcel acusada de un crimen que no cometió.
La mujer, de ahora 74 años, fue condenada por la muerte de su sobrina en 1987. Se explicó que ella y su pareja fueron declarados culpables y sentenciados a 27 años de prisión por el abuso y asesinato de la pequeña Brandi, de cuatro años.
En 2005, cuando Watkins recuperó su libertad por terminar su condena, continuó luchando por demostrar su inocencia ante los tribunales.
La tía abuela de Brandi, Rose Williams explicó a un trabajador del Departamento de Servicios Sociales que la menor se había lastimado en un accidente en la escuela durante el recreo. Sin embargo, Watkins y su pareja Charlie Dunn fueron señalados como los responsables.
Tras años de lucha, tanto la mujer como su pareja, quien perdió la vida en la cárcel, fueron exonerados del crimen.
“No podemos darle a la Sra. Watkins o al Sr. Dunn sus años perdidos, pero podemos restaurar su dignidad; podemos restaurar sus nombres. Su inocencia lo exige”, señaló el fiscal de distrito Glenn Funk.
Watkins dijo a un medio local: “Agradezco a todas las personas por sus oraciones y ayudarme a salir de este lío que me ha costado la mitad de mi vida por nada, pero lo superaré”.