Sarah Sands, una mujer que actualmente tiene 38 años, acabó con la vida de su vecino Michael Pleasted, de 77 años, esto luego de descubrir que el hombre se había aprovechado de varios menores, incluido su hijo.
La mujer de Londres, Inglaterra, fue declarada culpable de homicidio involuntario. Durante el juicio se supo que Pleasteed tenía 24 condenas por delitos sexuales cometidos durante tres décadas, pero aún así permanecía libre.
Cuando fue vecino de Sarah, el hombre había cambiado su nombre a Robin Moult para no ser localizado por las autoridades. El anciano supo ganarse la confianza de la madre, pues le ofreció trabajo en su tienda a Bradley.
En 2014, Sarah se enteró que dos niños acusaban a Pleasted los había abusado. Al preguntarle a su hijo él negó ser otra víctima, pero finalmente Bradley admitió el abuso.
Pleasted se declaró inocente y las víctimas corrían con el temor de tener que acudir a los tribunales para testificar.
La noche del 29 de noviembre de 2014, Sarah tomó un cuchillo de cocina y fue hasta el departamento del abusado. Ella indicó en el juicio que su intención era suplicarle que admitiera los crímenes y le evitara a los niños el tener que ir a la corte.
Sarah explica que el hombre la ignoró. Tras ello, Sands explotó y atacó al hombre hasta acabar con su vida.
Tras el crimen
La madre se entregó a las autoridades en noviembre de 2014. En septiembre de 2015 fue declarada culpable de homicidio involuntario por pérdida de control y tuvo que pasar cuatro años en la cárcel.
Cuando en 2018 salió de la cárcel, indicó a la prensa: “Hice lo que haría cualquier madre, porque él le hizo esto a mi hijo Bradley. Nunca pensé que sería capaz. No me enorgullezco de eso, pero al menos sé que no puede herir a nadie más”.
Fuente: Noticieros Televisa