Maree Arnold, una mujer de 54 años, dio a luz a su propio nieto, esto debido a que su hija nació sin útero y desde hace años anhelaba convertirse en madre.
Medios australianos explicaron que a los 17 años, Meagan White de Lilydale (Tasmania), fue diagnosticada con síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser (MRKH), una rara anomalía congénita que causó que naciera sin útero. Es por ello que nunca podría tener un hijo.
Con 28 años, Meagan temía no poder cumplir su sueño de ser madre, debido a que falleció el bebé que fue gestado por una madre sustituta de Canadá.
Meagan y su pareja quedaron destrozados por la noticia. La llegada de la pandemia empeoró su situación, pues no era posible el realizar viajes internacionales.
Maree tomó la decisión de ayudar a su hija, e investigando supo que podía ser madre subrogada de su propio nieto. Tras un proceso que incluyó asesorías legales, exámenes médicos y psicológicos, recibió el visto bueno.
Debido a su edad, Maree tuvo que someterse a un tratamiento para fortalecer su útero. Tomó medicamentos para revertir el proceso de la menopausia, así como engrosar el revestimiento de su útero para terminar correctamente el embarazo.
Maree se sometió a cuatro transferencias de embriones y finalmente consiguió quedar embarazada, engendrando al bebé de su hija y yerno.
El pasado 13 de enero nació el pequeño Winston.
“Siempre supuse que sería demasiado mayor para hacer algo como esto, pero demuestra que siempre necesitas hacer preguntas. Es una experiencia tan especial para mí y estoy encantada de poder ayudar a mi hija”, señaló la ahora abuela.