Crumpet es una perrita que desapareció en Dorset, Reino Unido en octubre de 2010, luego de 11 años ocurrió un milagroso reencuentro con su familia. Según explica la dueña, Sarah Covell, Crumpet estaba jugando con su hija de 13 años en el jardín, mientras ella atendía a unos caballos.
Al terminar su tarea, descubrió que no había rastros del Jack Russell. Sarah buscó a Crumpet, quien tan solo tenía tres meses de haber sido adoptada.
Sin embargo, este mes la señora Covell recibió una llamada del veterinario. EL profesional le dijo que atendiendo una emergencia encontró a Crumpet en un campo de golf, lugar cercano al que se le había perdido la pista hace cerca de 11 años.
Al realizarle un chequeo se descubrió que Crumpet tenía una infección severa en los oídos, por lo que había perdido por completo su sentido. Covell señala que la llamada le resultó milagrosa, y día a día continúa pareciéndole sorprendente que hayan encontrado a su mascota.
“Todos los días pensamos que es maravilloso que esté con nosotros. Ni siquiera sabíamos si la íbamos a reconocer, ya que han pasado once años desde que desapareció”, afirmó la señora Covell.
Y añadió: “Creo que ha estado en una situación de total abandono y me parece un crimen que le hayan dejado las orejas así, ya que la podían haber curado fácilmente”.
Crumpet tendrá que tomar medicación por el resto de su vida, pero Covell señala que la situación podría ser un ejemplo para otras personas sobre la importancia de colocar chips a las mascotas.
Fuente: El Confidencial