La falta de acceso a alimentos propios de su religión, fue uno de los principales reclamos de los miembros de la secta Lev Tahor que acudieron al recinto hasta donde fueron trasladadas las progenitoras y niños rescatados tras un allanamiento, por el presunto delito de trata de personas.
Desde tempranas horas del día, los exteriores del local ubicado en la zona 1 capitalina fueron abarrotados por los judíos ortodoxos, que además reclamaban la liberación de los detenidos.
Los Lev Tahor son acusados de delitos de abuso a menores y trata de personas, luego de que las autoridades recibieran el testimonio de dos menores que habrían escapado de la controvertida comunidad.