Un grupo de al menos 20 hombres armados irrumpió en viviendas de Nueva Prosperina, Guayaquil, y ejecutó a 22 personas en una disputa interna de la banda criminal Los Tiguerones.
Las víctimas, en su mayoría con antecedentes por robo y tráfico de drogas, fueron atacadas en Sociovivienda 2 y sectores cercanos. Los sicarios descendieron desde una zona montañosa y dispararon con armas largas y cortas.
El gobierno renovó el estado de excepción días antes por la crisis de inseguridad. Policías y militares se desplegaron en la zona tras la masacre, mientras las autoridades investigan los hechos.