El caso de muchas madres que tienen la necesidad de trabajar y dejar a sus hijos en guarderías, lugares en los que confían el cuidado de los menores.
En ocasiones la tragedia llega en los sitios donde están bien atendidos, de la mano de la negligencia de la institución o el descuido de los encargados de velar por la seguridad de los menores.
La historia de una madre en Chiapas, México, donde un niño de 3 años falleció cuando se encontraba dentro del plantel.
El personal del sitio llamó a su madre para pedirle que fuera por él, se lo entregaron sin vida. De acuerdo a la madre, recibió la llamada de la guardería donde le entregaron al niño completamente mojado.
Según las versiones creen que cayó a la alberca y se ahogó, aunque la versión de los propietarios fue distinta, asegurando que sé bronco aspiró al ingerir sus alimentos.
El menor tenía trastorno del espectro autista, razón por la que fue ingresado al sitio, pues ofrecía distintas terapias.
La mujer llevó por sus propios medios al niño a una clínica particular cercana a la guardería, donde fue declarado muerto, pero uno de los médicos dijo que el pequeño ya había llegado sin signos vitales.
En medio de su dolor, la mujer dijo que la tragedia no debió haber ocurrido, pues el niño iba contento a la guardería, en la que confió cuidarían a su hijo.