Los principales edificios gubernamentales de Los Ángeles amanecieron con fuerte resguardo policial tras las violentas protestas contra las redadas migratorias.
Aunque este lunes disminuyeron los disturbios, las autoridades mantienen vigilancia aérea y terrestre como medida preventiva.
Organizaciones pro migrantes, civiles y autoridades locales hacen un llamado a la calma, buscando evitar más enfrentamientos como los que dejaron 40 arrestados durante el fin de semana, mientras se analizan soluciones al conflicto migratorio.