La lechuga tiene una vida útil bastante corta. Aquí te mostraremos algunos consejos útiles para mantenerla fresca y no desperdiciarla.
Existen una inmensa cantidad de lechugas que se consumen a diario. Estas son de los alimentos que se echan a perder enseguida.
Quizá te ha pasado en más de una ocasión, por eso aquí te mostraremos como conservarla de forma sencilla y práctica.
¿Cómo conservarlas en buen estado?
Uno de los trucos más efectivos para conservar la lechuga en buen estado durante mucho tiempo, es mantener las hojas enteras. De manera que, si queremos utilizarla, es mejor de hoja en hoja que cortarlas.
También, es importante tener cuidado en ciertos detalles, el lavado y su almacenamiento son fundamentales para alargar su vida útil.
La lechuga es una hortaliza que crece a ras del suelo, lo que la convierte en un foco de infecciones. Por lo que manejar un grado alto de limpieza es super importante. Por lo general puede contener insectos, restos de tierra y suciedad.
Por lo tanto, conservar la lechuga en perfectas condiciones, no es un trabajo fácil, pero tampoco imposible.
¿Cómo se pueden mantener verdes y no marchitas?
- En primer lugar, lava las hojas con agua fría. Si lo prefieres, puedes desinfectarlas con unas gotas de lejía especial para uso alimenticio, pero no olvides enjuagarlas muy bien después.
- Segundo, proceder a secar muy bien cada hoja.
- A continuación, es recomendable colocarlas en un envase con un trozo de papel de cocina entre hoja y hoja, de este modo absorberá mejor cualquier resto de humedad.
Por último, mantén a una temperatura templada y colocarla en el lugar, donde menos frío recibirá.
De manera que es la que mejor se adaptará a sus necesidades y donde se conservarán durante más tiempo las lechugas verdes.
¿Qué otros tips puedes poner en práctica?
- Compra las lechugas verdes y frescas, que no estén marchitas. Cuanto más verdes sean sus hojas mucho mejor.
- Ve arrancando las hojas según las necesites, y mejor hacerlo con las manos para que no se deteriore ni se oxide demasiado rápido.
- No dejes nunca las hojas en remojo, mejor lavarlas y secarlas antes de consumirlas, a no ser que ya estén algo marchitas.
- No pongas la lechuga dentro de la nevera cerca de alimentos como: el plátano, los tomates o las manzanas, pues acelerarán su deterioro.
- Por último, no congeles las lechugas verdes, las hojas se agrietarán y perderán su textura.