En los últimos meses la recomendación de lavarse las manos con agua y jabón o con un desinfectante de manos que contenga al menos un 60% de alcohol, se ha extendido, ¿pero cuál método es más efectivo y por qué?
Existen diferencias importantes entre estos dos tipos de lavados.
Mientras que el agua y jabón actúan eliminando todo tipo de microbios de las manos, el desinfectante elimina solo ciertos tipos de microbios. ¿Por qué?
El jabón destruye la capa externa de grasa que envuelve a microorganismos, eso incluye virus SARS-CoV-2. La cola hidrófoba del jabón se conecta con la capa externa del patógeno y la rompe. Cuando esto ocurre las proteínas del virus queda expuesta y se destruyen. El agua termina por arrastrar los fragmentos del virus.
Un reportaje de la BBC señala que el jabón es capaz de desactivar el virus, pero para conseguir eso no basta con frotar y liberarse del jabón rápidamente. Se deben lavar las manos por al menos 20 segundos.
¿Es mejor lavar las manos con agua fría o caliente? Los expertos señalan que ambas son efectivas para eliminar virus y gérmenes, pero la clave es siempre utilizar jabón.
Aunque se recomienda usar un alcohol o gel desinfectante de manos de al menos 60% de alcohol, es menos efectivo que el jabón en las extremidades visiblemente sucias.
Hay desinfectantes que son capaces de desactivar el SARS-CoV-2, pero no otros tipos de virus y bacterias. Por ejemplo, los geles desinfectantes son relativamente ineficaces contra el norovirus y rotavirus que causan diarrea.
Por ello es que la OMS recomienda lavarse las manos luego de sonarse la nariz, estornudar o toser, así como después de visitar espacios públicos. En general, se ha recomendado desde hace años, lavarse las manos luego de ir al baño, tras tener contacto con la basura, tocar animales, cambiar pañales o ayudar a un niño en el baño.
Fuente: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades