Rosyneide Almeida, una víctima más de la delincuencia, pero que su caso tuvo un peculiar final. La mujer es madre de un niño con discapacidad, quien al percatarse del robo de su vehículo se lamentó, pero no por ella, sino porque el carro estaba adaptado para su hijo.
Sin embargo, poco después el auto volvió a sus manos; señalan que los ladrones se compadecieron al ver el asiento especial y decidieron regresar el vehículo robado. “Perdono. Perdono, porque necesitaba demasiado esta silla de auto, necesito demasiado este auto. Solo la silla especial para trasladar a mi hijo cuesta casi 3 mil 500 dólares”, dijo Almeida.
El auto fue robado el domingo 28 de agosto y dos días después, regresó a ella. Comentó que fue un amigo quien vio el auto estacionado y llamó a la policía, quienes al revisarlo encontraron una carta donde se confirmaba que los ladrones habían decidido devolverlo.
Las palabras de la madre fueron: “Estaba frustrada con el ser humano en el momento que pasó, porque escuchamos mucho sobre robo, delincuencia, todo lo malo que hacen los ladrones. Uno no cree que, algún día, vaya a pasar por esto. Cuando vi que encontraron el auto y leí esa nota que dejaron, hasta me alegró saber que se compadecen del dolor del otro”.
La madre brasileña le agradeció a los ladrones tras encontrar la nota
La carta decía: “El crimen pide perdón. En el momento de la tensión no pude ver el problema del niño. El auto está siendo devuelto. Tanque lleno!!!”,
Aunque Almeida confirmó que la buena acción de llenar el tanque fue falta: “Cuando se lo llevaron, tenía un cuarto con un tanque. Lo encontramos en la reserva. No lo dejaron, al contrario, se lo gastaron”.
Sobre cómo sucedió el robo, revelaron que fue cuando la madre guardaba el auto en el garaje que fue acorralada por dos ladrones. Luego, los sujetos le pidieron que sacara a los dos niños que estaban en el auto y se lo robaron; no notaron la discapacidad del niño, quien sufre secuelas de encefalitis.
Finalmente, la madre agradeció, pues recibe bastante apoyo para su hijo Caua. “Estoy muy agradecido con mi ciudad. Me acogieron mucho, estaban listos para hacer una rifa para comprar otra silla, la gente me envió vibras positivas diciendo que tenían confianza, que la encontraríamos”, concluyó.