¿Una escena de película? Así fue calificada la escena que protagonizó un ladrón, por su insólita forma de lograr un robo. El hombre se “tragó” cuatro anillos en una joyería para que cuando lo revisaran no encontraran las joyas.
El hecho ocurrió en una joyería ubicada en Puebla, México, cuando un delincuente ingresó a una popular joyería de la ciudad como un supuesto cliente. El ladrón inició a pedirle a la trabajadora que le mostrara algunas piezas y ella amablemente se las mostró.
Sin embargo, en algunos descuidos de la vendedora, el hombre tomó cuatro anillos de oro y se los “tragó”.
La empleada había notado que faltaban los anillos y en ese momento, el ladrón para no levantar sospechas le mostró el dinero que utilizaría para comprarlos. Aun así, la joven le pidió al guardia que lo revisara, pero como el hombre los había devorado no le encontraron nada.
Al publicarse el video captado por las cámaras de seguridad, bautizaron al hombre con el nombre de “el devorador de joyas”. El hombre logró salir de la joyería porque no le encontraron ningún elemento de la tienda.
En el clip se ve cómo luego de que se retira el delincuente de la tienda, la empleada continúa buscando los anillos desaparecidos. Aunque, en poco tiempo descubrieron en dónde estaban gracias a las cámaras de seguridad.