La selva del Darién, ubicada entre Colombia y Panamá, se ha convertido en una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo. Cada año, miles de personas arriesgan sus vidas para cruzar la selva en un intento por llegar a Estados Unidos y así, lograr una mejor vida.
Los peligros que representan dicha área selvática y montañosa han provocado que se nombre como “la ruta de la muerte”. Y es que, las temperaturas extremas, alta humedad, fauna peligrosa, entre otros riegos, generan que personas de todas las edades pierdan la vida durante su pasantía.
Algunos de los peligros a los que los migrantes son:
- Deshidratación: el Darién es una zona muy húmeda, pero el agua que se encuentra puede no ser buena para el consumo, es decir, está contaminada.
- Enfermedades: en la selva hay altas probabilidades de enfermedades tropicales, como la malaria, la fiebre amarilla y el dengue.
- Violencia: los peligros naturales no son los únicos a los que los migrantes se deben enfrentar, sino también a grupos criminales que secuestran, extorsionan y abusan sexualmente de los migrantes.
Por otro lado, quienes logran sobrevivir llegan a Guatemala, pero se enfrentan a otra dificultad: la falta de dinero.
En diversas zonas, entre ellas Escuintla, los migrantes trabajan para obtener recursos para continuar su camino.