La discapacidad auditiva podrá convertirse en una epidemia silenciosa durante los próximos años. Según datos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que asegura que en el mundo alrededor de 430 millones de personas sufren perdida de audición.
Una de las enfermedades más frecuenten en el adulto mayos es la sordera, aunque la edad es una de las principales causas, existen otros factores que produce la perdida de audición.
La sordera se presenta de cuatro formas distintas:
Sordera Neurosensorial: Es un tipo de perdida que ocurre por daño al oído interno. El lugar de origen del nervio que va al oído al cerebro.
Sordera de Transmisión: Se debe a lesiones o falta de desarrollo de algún componente del oído interno o de nervio auditivo.
Sordera Mixta: Su origen está en una lesión del oído medio, tiene un componente transmisivo y otro neurosensorial.
Sordera Central: Se refiere a la pérdida de audición debido a lesiones bilaterales de la corteza auditiva.
También sorderas relacionadas por el ruido y más en un mundo sonorizado, sordera por causas genéticas y por enfermedades del oído medios (infecciones, perforaciones, entre otras).
Existen una serie de síntomas que nos alertan de la mínima disminución de audición, el paciente con perdida auditiva tiende a aislarse poco a poco, ya que es incapaz de establecer conversación y existe una disminución de la comprensión del lenguaje.
Para eso, los expertos destacan algunos consejos que contribuyen a mantener la capacidad auditiva en las mejores condiciones:
Reducir la exposición del ruido: el uso de protectores auditivos individuales apropiados y correctamente ajustados.
Evitar fármacos ototóxicos, a no ser que sean de extremadamente necesarios.
Rehabilitar la sordera lo antes posible, ya que es la mejor manera de frenar el proceso de deterioro.