Hubert y June Malicote, una pareja que demostró que la frase “hasta que la muerte que nos separe”, si se puede cumplir. Ellos cumplieron casi 80 años de casados y su matrimonio tuvo un peculiar final.
Marido y mujer, ambos de 100 años, se casaron hace más de 79 años, y durante su último aniversario confirmaron que a pesar de las décadas que habían pasado, su amor seguía intacto.
Sin embargo, como la ley de la vida los señala, la muerte tuvo que llegar y el 30 de noviembre, Hubert murió, pero horas después ocurrió algo inesperado.
Como si uno hubiese llamado a otro, June falleció el 1 de diciembre, tan solo unas 20 horas después de que su esposo partiera de este mundo.
Al celebrar sus 79 años juntos, los esposos fueron entrevistados y Hubert relató: “Milagrosamente, el banco de atrás estaba vacío, así que entramos y todos estaban de pie y justo en frente de nosotros había un banco lleno de niñas. Y ella me miró y sonrió”. A lo que Malicote agregó: “Nunca hemos tenido una pelea”.
Un matrimonio de compromiso y amor eterno
La pareja tuvo tres hijos, siete nietos y 11 bisnietos; pero lo que más sorprendió a todos fue la declaración de que nunca habían peleado.
Una de las frases que resaltó el esposo en la entrevista fue: “Era una excelente madre que se quedaba en casa”. Y concluyó: “Hacía los vestidos de las niñas. Plantaba un gran jardín. Enlataba y conservaba, y era una buena ama de casa”.