Jill Biden, esposa del presidente electo de Estados Unidos, no está ajena del resplandor de los focos políticos, ella ya era parte del mundo de Washington cuando lo conoció hace más de 40 años, y fue la segunda dama de Estados Unidos, en el gobierno de Barack Obama.
Ahora que Joe Biden ganó la Casa Blanca, Jill tendrá la oportunidad de impulsar el papel de primera dama en el siglo XXI, manteniendo su trabajo de tiempo completo como profesora, reto que solo el tiempo y los compromisos oficiales dirán sí logra cumplir.
Esa podría ser una gran diferencia, que la separa de la actual Primera Dama, Melania Trump, quien es una exmodelo y socialité, cuyas empresas no están activas, por esta dedicada a acompañar a su esposo.
Aunque, por su parte, en los 43 años que lleva casada con Joe Biden, Jill ha sido una asesora de confianza del senador de Delaware y exvicepresidente de Obama, que derrotó en la contienda electoral a Donald Trump.
Cabe señalar que como Primera Dama, se espera que trabaje en cuestiones de educación y relance “Joining Forces”, una misión para movilizar a las familias de militares, que ella y Michelle Obama comenzaron en 2011.
Fuente: cibercuba.com