La misión de la llegada de rover Perseverance a Marte se cumplió con éxito en el mes de Febrero, siendo un gran éxito para la NASA y ahora han confirmado que gracias a un novedoso instrumento que tiene rover, se ha logrado fabricar oxígeno en el planeta rojo.
Por primera vez en la historia esto fue posible en otro planeta y marca un nuevo avance para la ciencia. La agencia espacial explicó que Perseverance transformó dióxido de la atmósfera de Marte en oxígeno.
El administrador de la dirección de la misión de tecnología espacial de la NASA, Jim Reuter, explicó: “Este es un primer paso fundamental para convertir el dióxido de carbono en oxígeno en Marte. MOXIE tiene más trabajo por hacer; pero los resultados de esta demostración de tecnología son prometedores a medida que avanzamos hacia nuestro objetivo de ver algún día humanos en Marte.”
La NASA explicó que este logro se registró el 20 de abril; con ello se espera que se den más investigaciones para la exploración humana en el futuro. “El oxígeno no es solo lo que respiramos. El propulsor del cohete depende del oxígeno y los futuros exploradores dependerán de la producción de propulsor en Marte para hacer el viaje a casa”, afirmó Reuter.
El rover Perseverance logró fabricar oxígeno en Marte.
El instrumento con el que rover logró fabricar oxígeno es conocida como MOXIE (Experimento In Situ de Utilización de Oxígeno en Marte) el cual fue crucial para extraer el oxígeno de la fina atmósfera del planeta rojo, compuesta en un 96% de dióxido de carbono y menos de un 1% de oxígeno.
¿Cómo funciona MOXIE?
Este instrumento utiliza electricidad y química para dividir las moléculas de dióxido de carbono y también produce monóxido de carbono como subproducto. Esta herramienta fue diseñada para generar hasta 10 gramos de oxígeno por hora.
En la prueba que se obtuvo rover produjo 5 gramos de oxígeno, el cual sería suficiente para proporcionar 10 minutos de oxígeno respirable a una persona.
Los ingenieros continuarán realizando más pruebas para intentar que aumente su rendimiento y así lograr que futuras misiones eviten el transporte de grandes cantidades de oxígeno desde la Tierra, no solo para los astronautas, sino que también para usarlos como propulsor de cohetes en el viaje de regreso.