Luego de una semana del sismo que sacudió Turquía y Siria, cinco niños y sus padres murieron este viernes en un incendio en la casa que se trasladaron luego del sismo.
Una familia se había trasladado a la región centran en el sureste de Turquía, que resulto gravemente afectada por los terremotos del 6 de febrero.
El terremoto de magnitud 7,8 ha dejado más de 41.000 muertos, siendo el desastre natural más mortífero de la región en siglos.
Los cinco niños fallecidos tenían entre 4 y 13 años, según comentaron los residentes de la zona. Una niña fue rescata por la ventana y desconocen si pertenecía a la misma familia.
Desde que el terremoto destruyó sus casas en el noroeste de Siria, familias de este país acampan a la intemperie y envueltos en cobijas para protegerse del frío.
En las zonas afectadas, muchas familias siguen durmiendo en sus coches. Otros se refugiaron en escuelas o mezquitas, o bien duermen al aire libre, debajo de los olivos.