Bajo estrictas medidas de seguridad, coordinadas con las autoridades de tránsito, miles de motociclistas partieron rumbo a la basílica de Esquipulas, agradeciendo el apoyo de espontáneos que se les dieron ánimos desde un extremo de la Carretera al Atlántico. Cientos de aficionados se congregaron y con gritos, carteles y aplausos despidieron a los peregrinos.