Un bombero fue liberado tras pasar una noche en prisión debido a la acusación de agentes de la PNC por faltas contra el orden público. Esto sucedió mientras el socorrista estaba atendiendo a las víctimas de un tiroteo ocurrido en Mixco.
A pesar de haber llegado para asistir a los heridos, los agentes lo arrestaron, acusándolo de alterar la escena del crimen. Sin embargo, un juez desestimó los cargos y ordenó su liberación, ya que el bombero solo había brindado primeros auxilios y solicitado apoyo adicional.
Cuando salió de la cárcel, fue recibido calurosamente por sus compañeros y familiares, quienes celebraron su libertad tras el confuso incidente. Los Bomberos Voluntarios anunciaron que tomarían acciones legales debido a la agresión verbal que sufrió el bombero durante la detención.