La vacunación contra el tétano, polio y sarampión ya está llegando a su fin, lamentablemente se han registrados casos donde los propios padres de familia no quieren que sus hijos se vacunen. El fin de esta jornada es para evitar que brote de nuevo la enfermedad del sarampión que afecta a muchos órganos e incluso provoca la muerte de niños entre dos a cinco años.