Durante un festival religioso celebrado el pasado viernes en el noreste de Israel, se registró una estampida que dejó al menos 45 personas fallecidas.
El servicio nacional de emergencia Magen David Adom (MDA), indicó que además de los fallecidos, otras 150 personas resultaron heridas, decenas de ellas se encuentran en “condición crítica”.
Un sobreviviente relató a Ynet News, que se sintió como dentro de una ola formada por personas. “Nuestros cuerpos iban siendo arrastrados. La gente saltaba por los aires, otros eran aplastados contra el suelo”, explicó David.
Según se explicó, decenas de miles de judíos acudieron a una peregrinación en la ciudad de Merón, esto con el fin de celebrar la fiesta de Lag B’Omer.
Sin embargo, varias personas se resbalaran en unos escalones y en una fracción de segundo, corrió el pánico, por lo que la gente comenzó a escapar pisoteándose entre sí.
Benjamin Netannyahu, primer ministro de Israel, describió este accidente como un “gran desastre” y afirmó encontrarse orando por las víctimas.
Debido al sabat, los funerales de las víctimas se tuvieron que detener, y solo se retomaron con el término de este.
Este domingo, el papa Francisco envió su pésame a Israel por el accidente. “Con tristeza expreso mi cercanía a la población de Israel por el incidente del viernes pasado en el monte Merón que provocó la muerte de 45 personas y numerosos heridos. Aseguro mi recuerdo en la oración por las víctimas de esta tragedia y sus familiares”, indicó Francisco tras el rezo del Regina Coeli.
Fuente: Milenio