A las puertas de un nuevo toque de queda, Los Ángeles permanece bajo fuerte resguardo tras varios días de disturbios y daños a edificios federales y negocios. La alcaldesa ordenó la restricción de movimiento desde las 6 de la mañana de este martes, medida que, según autoridades, será por tiempo indefinido.
Hasta el momento, se reportan más de 70 detenidos, cifra que podría aumentar. Para contener los desórdenes, se ha desplegado a más de 700 elementos de la Guardia Nacional, quienes apoyan a la policía local en los operativos de seguridad mientras continúa la tensa situación en la ciudad.