Esta semana, Peter Swailes Jr., se declaró culpable ante el Tribunal de la Corona de Carlisle por el cargo de esclavitud moderna. Anteriormente se había declarado no culpable de conspirar con su padre, Peter Swailes, para organizar o facilitar el viaje de una persona entre 2015 y 2019 con el fin de explotarla.
El padre de Peter negó el mismo cargo, aunque falleció el año pasado a los 80 años y en espera de juicio.
Ante el juez presidente Richard Archer, se explicó que durante tres años la Autoridad de Traficantes y Abuso Laboral (GLAA) en conjunto con la policía de Cumbria y la Agencia Nacional del Crimen (NCA), investigó a estos dos hombres, tras encontrar a un hombre viviendo en un cobertizo de 1.82 metros en octubre de 2018.
En un primer análisis se descubrió que no existía calefacción en el reducido lugar. Lo único que había era un televisor y un edredón sucio en el que dormía la víctima.
El hombre explicó a las autoridades que había vivido en ese lugar por unos 40 años. Durante el día trabajaba en grajas, pintando, empizarrando e incluso asfaltando, y por ello solo recibía unos 13 dólares (cerca de 100 quetzales) al día.
La víctima fue rescatada y ahora vive en un alojamiento subvencionado a las afueras de Cumbria.
Las autoridades señalaron ante los jueces que fue impactante descubrir que existía un segundo cobertizo en el mismo sitio, el cual estaba destinado al perro de la familia y el cual estaba en mejores condiciones que el utilizado por el hombre.
Martin Plimmer señaló ante el tribunal: “Lo primero y más importante en mi mente en este momento es la víctima. Lamentablemente, todos somos muy conscientes del hecho de que estará traumatizado por su experiencia por el resto de su vida. Me comprometo a garantizar que continúe teniendo el apoyo regular y constante que necesita, lo que le permite llevar una vida lo más normal posible dadas las circunstancias”.