Mientras se preparaba para celebrar los XV años de su hija en Jutiapa, una madre descubrió que la jovencita era víctima de abusos dentro de su propio hogar.
La horrible situación salió a la luz cuando se percató que su hija se marchó de su hogar con rumbo ignorado, esto llevó a la madre a llamar a su esposo. Él informó que encontró a la niña sangrando y la llevaría a casa para que un vecino, que es médico, la revisara.
Poco después, él le informó que la llevaría a un sanatorio privado. Cuando se comunicó con el médico, él le señaló que la niña sufría de un descontrol hormonal y por eso sangraba.
Temiendo lo peor, la madre solicitó que realizaran una prueba a su hija para determinar si había sufrido abuso sexual, algo que el médico le informó no podía realizarse debido al sangrado que presentaba.
Una madre descubrió que su hija menor de edad era víctima de abuso y el agresor se encontraba en casa.El enemigo estaba en casa
“La cuidaba de la calle, la protegía demasiado. Sin saber que en mi casa le estaban haciendo daño”, lamenta la madre de la sobreviviente.
Al respecto, Erick Maldonado, director jurídico del Refugio de la Niñez, explica que según las estimaciones de la organización 9 de cada 10 caso de violencia sexual en contra de niñas, niños y adolescentes ocurren en su ámbito donde se supone deben protegerlos: la familia.
La madre continuó explicando al equipo de Expedientes que al llegar al departamento de Jutiapa le avisaron que a su hija le habían practicado un legrado y debía ser trasladada hacia otro centro asistencial debido a que su vida peligraba.
De acuerdo con lo que la misma sobreviviente relató, su padrastro no la encontró sino que él le indicó que acudiera a una clínica para practicarse un aborto clandestino, él era el padre de la criatura.
La madre de la jovencita llevaba 13 años de matrimonio, con un hombre que creía se preocupaba de sus hijas; sin embargo, desde que su hija mayor cumplió 11 años comenzó a ser víctima de abuso sexual por parte del hombre. El sujeto aprovechó que su pareja salía constantemente de casa, porque su hija menor necesitaba atención hospitalaria.
La niña narró que los abusos no se detuvieron y se encontraba bajo amenazas.
“Cuando estaba presente se portaba normal, nos trataba por igual a todas”, recuerda la madre. Y también reflexiona: “Solo que había veces que él se ponía un poco agresivo. Ahora caigo en cuenta que era cuando la nena se negaba que él resultaba agresivo”.
Él le practicó una prueba de embarazo que resultó positiva. Y allí comenzó otro abuso para la menor.
“Después que él supo que yo estaba embarazada de él porque nunca he tenido relaciones sexuales con otro hombre, me empezó a dar pastillas […]. También me daba aguas de hierbas que sabía feo, de todo esto mi mamá no sabía nada”, relató la menor en su declaración.
Los abusos en su contra no se detuvieron.

Acabaron con su sueño de ser madre
La menor relató que su padrastro le dio indicaciones para llegar a una clínica, sin explicarle qué ocurriría. Fue hasta llegar al lugar que supo que le sería practicado un legrado.
Estaysy Ríos, abogada del Instituto de la Víctima, señaló que la menor no estaba de acuerdo, deseaba que el “bebé” naciera porque no quería sentirse culpable por acabar con una vida.
El padrastro incluso siguió a la jovencita para asegurarse que sí ingresaba a la clínica con un nombre y edad alterada.
Los expertos creen que mientras sometían a la jovencita a este procedimiento clandestino, el médico perforó el útero y el intestino.
En otra clínica se le practicó un examen en donde descubrieron la gravedad que corría la adolescente. Finalmente, tras tenerla sedada por más de cuatro horas y sin poder detener la hemorragia la remitieron a un hospital.
Ocho horas después del procedimiento fallido, la menor fue ingresada al Hospital Nacional de Jutiapa en estado crítico.
El doctor Javier Monzón, director del Hospital de Jutiapa, recuerda que la niña fue operada de emergencia y durante la cirugía descubrieron que la menor presentaba sepsis.
Esto obligó a los médicos a extraer el útero de la niña, dejándola imposibilitada de tener hijos en un futuro.
Debido a su condición, la menor sufrió un paro cardíaco durante la operación. Contra todo pronóstico, la menor sobrevivió.

Confiesa el abuso
La madre habló con el primer médico que la atendió, y él le confesó que el padrastro de la menor se acercó a él diciéndole que habían abusado de la menor y le pidió auxiliarla.
La madre recuerda que ese día la llevó hasta su auto y le pidió estar tranquila. En un inicio ella creyó que le diría lo mismo que había escuchado por parte del médico, pues hasta entonces él no sabía sobre la conversación.
Sin embargo, el agresor decidió confesar sus crímenes para tratar de manipular a la madre y evitar su detención.
Él le aseguró que “su hija se le entregó”. Culpó a su hijastra de todo lo que había ocurrido.
Ella explica que en un inicio fingió creerle, pero durante todo un fin de semana reunió evidencia en audio y a través de mensajes para denunciarlo.
La madre no solo denunció a su pareja, sino que también alertó al personal del hospital para evitar que él se acercara nuevamente a la niña.
Aunque el agresor se dio a la fuga, la investigación en este caso ya se encuentra avanzada.
En cuanto al médico, él se encuentra ligado a proceso por dos delitos.
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