Como Salvador Ramos, de 18 años, fue identificado el tirador que ingresó a una escuela primaria en Texas (Estados Unidos) y mató a al menos 19 niños y dos profesores, horas después del incidente se publicó el video del momento que el adolescente ingresó al establecimiento educativo.
En las imágenes se observa al adolescente en la entrada del centro escolar armado con un rifle y una pistola, y parece que se prepara para ingresar.
Los reportes señalan que Ramos ingresó a la escuela de Uvalde, la cual conocía a la perfección, pues era un antiguo alumno de esta. Si bien no se ha determinado si siguió un patrón para su ataque, las autoridades señalan que Ramos disparó a todo aquel que se cruzara en su camino, tanto niños como adultos.
Antes de cometer el ataque, Salvador disparó a su abuela de 66 años. Al inicio se creía que esta había perdido la vida; sin embargo, autoridades señalan que está ingresada en un hospital de San Antonio, pero no se precisa su estado de salud.
El autor del ataque, quien fue abatido por la policía, compró sus armas inmediatamente después de cumplir 18 años. Contaba con dos escopetas semiautomáticas con cargador enganchado.
Conversación antes del tiroteo
Una joven publicó ayer una conversación que mantuvo el viernes jueves con Salvador. Ella explicó que el joven le envió una fotografía con dos rifles. Ella le preguntó la razón de enviarle dicha fotografía si no se conocían.
“Estoy a punto de hacerlo. Te lo diré antes de las 11. Hay un secretillo que me gustaría contarte”, le señaló Salvador.
Ella no volvió a contestarle, hasta que este martes a las 09:16 horas Salvador volvió a enviarle un mensaje: “Voy a hacerlo”.
La joven explicó: “La única razón por la que le respondí fue porque me asustó. Ahora pesa no haberme quedado despierta hablando con él para evitar este crimen”.
Salvador Ramos: de víctima a victimario
The Washington Post publicó el testimonio de Santos Valdez Jr., un joven de 18 años que llegó a conocer a Salvador en su infancia.
Santos explicó al medio que durante la infancia fueron amigos, hasta que el comportamiento de este comenzó a cambiar. Comentó que en una ocasión observó a Salvador con heridas en el rostro, y aunque al inicio señaló que se trató de una pelea, “luego me dijo la verdad, que se cortaba la cara con cuchillos una y otra vez”.
Salvador era un joven solitario, quien durante la primaria sufrió de acoso escolar por sus dificultades en el habla y la complicada situación financiera de su familia. Se desconoce si el resentimiento por lo vivido lo motivó a realizar este ataque.