La Iglesia Católica expresó profunda preocupación por la violencia que afecta a niños y adolescentes en Guatemala.
Las organizaciones religiosas destacaron que solo 1 de cada 4 jóvenes accede al sistema educativo formal.
Esta vulnerabilidad, según su análisis, expone a los menores a mayores riesgos criminales. Proyectos como escuelas de liderazgo buscan desarrollar habilidades blandas para compensar estas carencias institucionales.