Un joven de 19 años quedó en prisión para ser investigado por el homicidio de su exjefe, un comerciante de nacionalidad china, durante una pelea en el interior de un comercio.
El detenido intentó fingir problemas mentales, pero las evaluaciones determinaron que tiene la capacidad de afrontar un proceso penal. Además, el crimen quedó registrado en cámaras de seguridad, lo que permitirá a las autoridades contar con pruebas contundentes en el caso.