Los delincuentes continúan buscando momentos y lugares ideales para cometer sus fechorías. En este caso, un hombre eligió una iglesia para pasar desapercibido y cometer un robo.
El hecho ocurrió en Guayaquil, Ecuador, cuando un ladrón aprovechó la solemnidad de una misa para apropiarse del celular de una feligresa. Una cámara de seguridad registró el hecho.
En el clip se observa cómo el sujeto se acercó a una banca y se hincó, fingiendo estar en oración como las demás personas. Segundos después, extendió su brazo y alcanzó el celular que estaba en el interior del bolso de la mujer para llevárselo.
Así, logró cometer el robo con éxito.
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