Antes de su lamentable fallecimiento, la leyenda del futbol Diego Armando Maradona, ha pasado por diversos problemas físicos a lo largo de sus 60 años de vida.
La mayoría de dichos problemas llegaron una vez que dejó el fútbol y, principalmente en dos ocasiones, estuvo al borde de la muerte.
Te presentamos un breve resumen de su ‘historia clínica’:
En 1983, Andoni Goikoetxea, de Athletic Bilbao, le quebró el tobillo izquierdo, producto de una infracción criminal en un duelo ante el equipo dirigido por César Luis Menotti. El Diez, fue operado esa misma noche se recuperó en tiempo récord, y a poco más de tres meses volvió a jugar.
Diego fue internado de urgencia en el 2000, en el Policlínico La Barra de Punta del Este con un cuadro crítico. “Tenía una crisis hipertensiva y una arritmia ventricular. Además, dejaba de respirar durante lapsos de cinco o seis segundos. Estaba muy grave en serio”, explicó Jorge Romero, el médico que llevaba un mes de recibido y le salvó la vida.
Luego se demostró que había clorhidrato de cocaína en la sangre y la orina, por lo que la descompensación se produjo a raíz de ese consumo y no de un exceso en las comidas.
La segunda vez que Maradona se enfrentó a la muerte fue en abril de 2004, fue internado en estado crítico en la Clínica y Maternidad Suizo Argentina de la Capital Federal con un panorama similar.
Fuentes oficiales confirmaron que se trató de “una crisis hipertensiva en un cuadro basal de miocardiopatía dilatada y posterior hipotensión arterial, que necesitó medicación y apoyo hemodinámico”.
En 2005, el argentino fue operado debido a que una gran cantidad de sus problemas se debían al sobrepeso. Los 120 kilos que acarreaba le producían problemas respiratorios y circulatorios, hipertensión, apnea del sueño, diabetes y alteraban el sistema renal.
Pero en 2007, volvió a enfrentar problemas de peso y una nueva internación, a finales de marzo, Diego fue ingresado al Sanatorio Güemes porteño a la cirugía de bypass. Un exceso en las comidas hizo que se descompensará y pasará otro breve lapso hospitalizado, aunque sin mayores complicaciones.
En 2010, una insólita mordida de Bella, una perra de la raza shar pei que tenía junto a su expareja Verónica Ojeda, le provocó una herida profunda, lo que lo obligó a ser intervenido quirúrgicamente para la reconstrucción del labio superior.
Mientras se encontraba en los Emiratos Árabes Unidos en 2012, como entrenador del AI Wasl, empezó a sentir dolores intensos en la zona abdominal, producto de cólicos renales que le fueron extraídos.
En 2015, se sometió a otra cirugía gástrica, con el objetivo de que alcance los 75 kilos, a Maradona le colocaron un cinturón gástrico para achicarle el estómago.
Durante el 2019, Diego, visitó dos veces el hospital, la primera internación se dio el 4 de enero. Se realizó una endoscopía y se le detectó un sangrado estomacal, por lo que pasó un breve lapso allí, antes de volver a México para dirigir a Dorados de Sinaloa.
Después, en julio, le colocaron una prótesis en la rodilla derecha, aquejada por una sinovitis aguda y artrosis que le impedían moverse con normalidad, sin dolores.
Tres días después de su cumpleaños 60, en 2020, en el que públicamente no se lo había visto bien, Diego fue internado. Después de que lo hayan estabilizado, pasó la noche allí y los estudios revelaron que tenía un hematoma subdural, en la cabeza, que debía ser drenado.
Este 25 de Noviembre fue el trágico fallecimiento. Tras recuperarse de la cirugía de un hematoma subdural en el cerebro, Maradona se hospedó en una casa en Tigre. Allí sufrió un paro cardiorrespiratorio a los 60 años acompañado por sus allegados. Conmoción mundial por el fallecimiento.
Fuente: tycsports.com