Al dirigirse al Days Inn motel, a hablar con Yolanda Saldívar, Selena nunca pensó lo que en esa habitación sucedería.
Tras recibir el disparo, la cantante salió corriendo de la habitación y se desvaneció en el piso del lobby del motel mientras perdía mucha sangre.
Tan solo dos minutos después los paramédicos llegaron y se encontraron con una escena alarmante, Selena estaba en el suelo sobre un carcho de sangre que cubría casi todo su cuerpo.
Uno de los paramédicos, identificado como Richard Fredrickson, pensó que era demasiado tarde, pero intentó parar la hemorragia y le realizaron reanimación cardiopulmonar.
La reconocida cantante perdió mucha sangre, cuando le intentaron insertar una aguja intravenosa fue difícil debido a que sus venas habían colapsado.
Una transfusión era una forma de mantener a la Reina del Tex-Mex con vida, sin embargo, esto no era una opción para el padre de Selena, Abraham Quintanilla Jr., quien es Testigo de Jehová y de acuerdo con su fe, este tipo de procedimiento médico va en contra de los estipulado por Dios en la Biblia.
Cabe señalar que el padre de Selena fue acusado por muchos de obstaculizar la lucha de la cantante entre la vida y la muerte al negarse a que su hija recibiera sangre.
Durante el juicio de Yolanda Saldívar, el médico Dr. Louis Elkins reveló que la cantante sí recibió transfusiones sanguíneas para mantenerla con vida y combatir el daño que la bala había hecho.
Cuando Saldívar le disparó, la bala destrozó su hombro derecho, el pulmón, las venas y una arteria principal, la cual se cortó completamente en dos.
Según las declaraciones del especialista, el corazón de Selena ya estaba vacío, por lo que ya no se pudo hacer nada para salvarla.
Fuente: vix.com