El experimentado motociclista Gustavo Adolfo Ávila cuenta su historia de cómo fue su primera vez en la Caravana del Zorro en 1987 a bordo de una motocicleta con motor 100 y modelo 85, recordando con nostalgia su primer viaje a los 25 años.
A lo largo de más de 30 años de experiencia, describe cómo las primeras caravanas comenzaron con pequeños grupos de motociclistas, pero crecieron en número y devoción.
Además, Ávila resalta que la Caravana del Zorro se ha convertido en una vivencia emocionante y llena de fe, un testimonio de su dedicación y pasión por este evento que se celebra cada año.