El estadio de Mestalla se convirtió en el epicentro de un escándalo sin precedentes en LaLiga, protagonizado por el árbitro español Gil Manzano. Él tomó una decisión que perjudicó al Real Madrid y desató una oleada de controversias.
Faltaban apenas segundos para el final del emocionante encuentro entre el Valencia y el Real Madrid, cuando Gil Manzano pitó el final del partido con el balón aún en el aire. Así, privó al equipo blanco de la oportunidad de ganar el encuentro y el marcador se congeló en un 2-2.
El momento culminante de la controversia se dio en el minuto 98, cuando el árbitro había añadido siete minutos de tiempo extra. Sin embargo, la incertidumbre reinaba tras la revisión del VAR de un posible penalti, pues se habían perdido varios minutos por dicha acción.
Fue entonces que, a pesar de ya haber transcurrido el tiempo, el partido continuaba y el Real Madrid continuaba luchando por la victoria. Un gol de Jude Bellingham parecía ser el gol que tanto esperaban, pero este no fue válido porque segundos antes el árbitro pitó.
El árbitro no validó el gol de Bellingham, causando estupor y descontento en el equipo visitante, cuyos jugadores protestaron airadamente la decisión. Además, lo que desató aún más la polémica fue que Jude Bellingham fue expulsado con tarjeta roja directa durante las protestas.
Molestia del Real Madrid ante la decisión de Gil Manzano
‘Los Blancos’ se refirieron al respecto con las palabras: “Una decisión arbitral inédita impide la victoria del Real Madrid en Mestalla”.
El gol anulado no fue la única polémica en el partido:
La polémica no se limitó a este momento crucial del partido. Minutos antes, el VAR había intervenido para anular un penalti a favor del Real Madrid, tras detectar un claro piscinazo de Hugo Duro.
La rectificación de Gil Manzano después de revisar las imágenes generó más confusión y aumentó la tensión en el campo, provocando un escándalo que trascendió las fronteras del estadio de Mestalla y se convirtió en tema de debate a nivel mundial.