Georgia Ford, una joven estudiante de 20 años, se encuentra luchando por su vida, tras ser diagnosticada con “acidez estomacal inducida por el alcohol”.
La joven comentó a un medio local que el diagnóstico erróneo puso su vida “patas arriba”.
“Pasé de ser una estudiante universitaria en unas pocas semanas a estar en el hospital como paciente de cáncer”, comentó la joven luego de revelar que el diagnóstico real es un cáncer incurable.
La joven originaria de Reino Unido tiene un raro cáncer llamado carcinoma de células renales papilares, que implica la aparición de un tumor derivado de sus riñones que ya hizo metástasis en pulmones, hígados, ganglios linfáticos y huesos.
Georgia explicó que inicialmente acudió al médico tras sentir una especie de reflujo ácido. El médico le aseguró que se trataba de acidez estomacal, por lo que únicamente le dio tabletas protectoras para el revestimiento del estómago y recomendaciones de evitar las bebidas alcohólicas.
Sin embargo, los síntomas persistieron, por lo que sus médicos volvieron a analizarla y le diagnosticaron espasmos musculares debido a un dolor de espalda que experimentaba desde agosto de 2020.
En octubre de 2021 su dolor lumbar volvió a aparecer y ella pensó que podría tratarse de un problema renal. Pero su salud continuaba deteriorándose. Apenas podía ponerse de pie y tenía una tos tan severa que la hacía vomitar.
Los médicos continuaron sin creer que la joven tuviera una condición grave.
“Básicamente dijeron que todo esto estaba en mi cabeza y que no estaba enferma en absoluto. Dije: ‘No puedo creer que estoy teniendo tantos síntomas graves y que todo está en mi cabeza’”, explicó la joven inglesa.
Al continuar empeorando terminó acudiendo a un médico privado en noviembre de 2021, donde finalmente le diagnosticaron PRCC.
El médico le explicó que al momento de recibir el diagnóstico correcto, el raro cáncer ya se había extendido a todo su cuerpo.
Desde ese momento inició con inmunoterapia. Y, aunque prefiere mantenerse positiva sobre lo que le espera en el futuro explica que su terrible experiencia puede servir a otros para destacar los peligros de no escuchar al propio cuerpo.