Molly Sinert y Emily Bushnell, dos gemelas idénticas fueron separadas al nacer en Corea del Sur, sin embargo, se reencontraron 36 años después en Estados Unidos.
Ellas no sabían de la existencia de la otra. Mientras Molly hacía su vida en Florida, Emily hacía lo propio en Filadelfia.
Fue hasta que a inicios de este año, cuando la hija de Emily la presionó para averiguar sobre su genética. Isabel, la niña de 11 años, recuerda: “Quería hacer la prueba de AD porque fue adoptada. Quería saber si tenía más familia de su lado”.
Como Bushnell no se sentía cómoda con la prueba, permitió que Isabel la hiciera en su lugar. Casualmente, Holly se había realizado una prueba casi al mismo tiempo, y cuando les entregaron los resultados, descubrió que compartía con ella un 49.96% de ADN.
A Holly le aseguraron que la menor podía ser su hija, pero era imposible ya que “nunca había entrado en labor de parto”.
Debido a ello, Sinert y Bushnell se pusieron en contacto para aclarar la situación. Fue allí cuando se percataron de que eran idénticas. “Inmediatamente se llenó un agujero en mi corazón. Aunque tengo una familia que me ama y me adora y fue absolutamente maravillosa, siempre hubo un sentimiento de desconexión. Descubrir que tenía una hermana gemela idéntica lo dejó todo muy claro. Todo tiene sentido”, aseguró Emily.
Tras la revelación, estas hermanas comenzaron a convivir más y descubrieron asombrosas similitudes.
Good Morning America, explicó que aún no hay algo claro acerca de por qué fueron separadas, pero ambas han pensado en viajar a Corea del Sur para averiguar más acerca de su linaje.
Fuente: El Siglo de Torreón