Michael Carroll tenía tan solo 19 años cuando ganó la lotería nacional de Reino Unido, pero al despilfarrar el dinero acabó con el premio y ahora debe trabajar cortando leña para poder subsistir.
En 2002, Carrol, quien en ese entonces trabajaba como basurero, logró conseguir un premio de 9.7 millones de libras esterlinas (más de 10 millones de dólares estadounidenses).
Adquirir una inmensa suma de la noche a la mañana lo llevó a gastar el dinero en fiestas y actividades que no solo consumieron su dinero, sino también acabaron con su vida familiar.
De acuerdo con lo que comentó a Daily Star, algunas noches llegaba a gastar hasta 50 mil libras esterlinas, en fiestas en donde no faltaba alcohol, drogas y mujeres.
Con el tiempo se volvió dependiente al alcohol y a la cocaína, y adicto a las mujeres. Aunque realizó algunas inversiones, ninguna de ellas le reportó ganancia.
Finalmente, en 2013 Michael tuvo que declararse en bancarrota. Y de pasar de vivir en una mansión de 325 mil libras, tuvo que hospedarse tres meses en un lugar para personas sin hogar, pues no encontraba trabajo.
Trabajó en una fábrica de galletas y un matadero, pero optó por mudarse a Escocia en 2019, donde logró emplearse como repartidor de carbón y madera. Incluso logró reunirse con su ex esposa y decidieron retomar la relación.
Pese a los sube y baja de su vida, Carroll asegura que no se arrepiente de su vida de excesos y ahora su vida trabajando.
“Vivo un estilo de vida bueno y libre ahora, y soy más feliz porque recuperé mi vida, soy un ganador de la lotería sin piel. Creo que tengo suerte de estar vivo. Si todavía tuviera el dinero, estaría 6 pies bajo tierra”, aseguró al medio inglés.