El encuentro inicial entre Silvia Pinal y Gustavo Alatriste se dio en 1958, durante una comida organizada por el actor Ernesto Alonso. Alatriste, un empresario con una posición económica acomodada, quedó inmediatamente prendado de la belleza y el carisma de Silvia. En ese momento, Alatriste estaba casado, pero este encuentro marcó el inicio de una relación que se consolidaría más adelante.
Tras divorciarse de su primera esposa, Gustavo Alatriste cortejó a Silvia Pinal, y finalmente contrajeron matrimonio en 1961. Para Silvia, Alatriste representaba al hombre ideal: era simpático, exitoso en los negocios, poseía una buena posición económica y la admiraba profundamente. Ella, por su parte, se enamoró de su personalidad arrolladora y su encanto.
De esta unión nació Viridiana Alatriste en 1963, quien se convertiría en un gran motivo de alegría para la pareja. Sin embargo, la vida les tenía reservado un duro golpe: Viridiana falleció trágicamente en un accidente automovilístico en 1982, una pérdida que marcó profundamente a Silvia Pinal y que sin duda afectó la relación que mantenía con el recuerdo de Alatriste.
El matrimonio entre Silvia y Gustavo no solo fue significativo en el ámbito personal, sino que también tuvo un gran impacto en la carrera de la actriz. Alatriste, quien también incursionó en la producción cinematográfica, impulsó la carrera de Silvia al producir películas que la catapultaron a la fama internacional. Una de las colaboraciones más importantes fue su trabajo con el aclamado director Luis Buñuel en películas como “Viridiana” (1961), “El ángel exterminador” (1962) y “Simón del desierto” (1965). Estas películas no solo consolidaron la carrera de Silvia Pinal, sino que también la convirtieron en un ícono del cine a nivel mundial.
A pesar del éxito profesional y la felicidad que vivieron en algunos momentos, el matrimonio entre Silvia y Gustavo comenzó a deteriorarse. Los celos y la desconfianza por parte de Alatriste, sumados a rumores de infidelidades, fueron minando la relación. Finalmente, en 1967, decidieron divorciarse.
A pesar de la separación y los momentos difíciles, Silvia Pinal siempre reconoció a Gustavo Alatriste como uno de los grandes amores de su vida. En diversas entrevistas, la actriz destacó las cualidades de Alatriste y el profundo amor que sintió por él. La relación entre Silvia Pinal y Gustavo Alatriste fue una historia de amor apasionada, con momentos de gran felicidad y también de profundo dolor, pero que sin duda dejó una huella imborrable en la vida de la gran diva del cine mexicano.
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