El astronauta de origen salvadoreño, Frank Rubio, regresó este miércoles del espacio, tras pasar 371 días en el espacio; debido al tiempo que permaneció fuera de la atmósfera terrestre, el cosmonauta podría experimentar algunos cambios debido al síndrome del astronauta.
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) detalló que Rubio aterrizó, junto a los astronautas rusos Sergey Prokopyev y Dimitry Petelin, a bordo de la nave espacial rusa Soyuz MS-23/69S.
El aterrizaje se produjo en la estepa de Kazajistán, al suroeste de la ciudad de Dzhezkazgan. Tras ello, los rusos viajaron a la ciudad de Karaganá (Kazajistán), mientras que Rubio abordó un avión de la NASA para regresar a Houston, Texas (Estados Unidos).
El estadounidense, de padres salvadoreños, estableció el récord de más tiempo en el espacio. Su misión inició el 21 de septiembre de 2022, y el plan original contemplaba que regresara a la Tierra en marzo del mismo año, pero un problema alargó la estadía de Rubio.
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Síndrome del astronauta y cómo afecta al cuerpo
Los astronautas que participan en misiones espaciales no pasan tanto tiempo en el espacio debido a que la exposición tiene efectos severos en los seres humanos.
Durante años la NASA ha estudiado los efectos de la exposición espacial en el cuerpo humano.
Los astronautas pasan por una preparación física y mental para adaptarse a un medio hostil sin gravedad y sin oxígeno en una nave.
El principal cambio que se produce en el cuerpo de una persona que participó en un viaje espacial es la pérdida de masa ósea. Un año en el espacio podría representar la pérdida de un 12% de la masa ósea, de acuerdo con 20Minutos.
Sin la gravedad de la Tierra los huesos que soportan el peso pierden densidad mineral, y esta es la razón por la que aún en el espacio los astronautas deben realizar al menos una hora de ejercicio.
Otro de los problemas es la deshidratación. Se calcula que los astronautas pierden entre un litro y un litro y medio de líquidos mientras están en el espacio y es más fácil que sufran de deshidratación.
Un tercer problema es la radiación espacial. Tanto a largo como a corto plazo un astronauta experimenta un aumento del riesgo de cáncer y enfermedades degenerativas como cardiopatías y cataratas, esto dependiendo de la cantidad radiación que hayan recibido en el espacio.
Los astronautas también pueden experimentar efectos psicológicos. Los cosmonautas pueden experimentar sensación de aislamiento, problemas para descansar y un estrés constante.